Por las personas que viven al margen
INTENCIONES DE ORACIONES
DEL SANTO PADRE
CONFIADAS A LA RED MUNDIAL DE
ORACIÓN
SEPTIEMBRE 2023
“Oremos para que las personas que viven al margen de la sociedad, en condiciones de vida infrahumanas, no sean olvidadas por las instituciones y nunca sean descartadas“.
V JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES
Sin embargo, permanece abierto el interrogante, que no es obvio en absoluto: ¿cómo es posible dar una solución tangible a los millones de pobres que a menudo sólo encuentran indiferencia, o incluso fastidio, como respuesta? ¿Qué camino de justicia es necesario recorrer para que se superen las desigualdades sociales y se restablezca la dignidad humana, tantas veces pisoteada? Un estilo de vida individualista es cómplice en la generación de pobreza, y a menudo descarga sobre los pobres toda la responsabilidad de su condición. Sin embargo, la pobreza no es fruto del destino sino consecuencia del egoísmo. Por lo tanto, es decisivo dar vida a procesos de desarrollo en los que se valoren las capacidades de todos, para que la complementariedad de las competencias y la diversidad de las funciones den lugar a un recurso común de participación.

Hay muchas pobrezas de los “ricos” que podrían ser curadas por la riqueza de los “pobres”, ¡si sólo se encontraran y se conocieran! Ninguno es tan pobre que no pueda dar algo de sí mismo en la reciprocidad. Los pobres no pueden ser sólo los que reciben; hay que ponerlos en condiciones de poder dar, porque saben bien cómo corresponder. ¡Cuántos ejemplos de compartir están ante nuestros ojos! Los pobres nos enseñan a menudo la solidaridad y el compartir. Es cierto, son personas a las que les falta algo, frecuentemente les falta mucho e incluso lo necesario, pero no les falta todo, porque conservan la dignidad de hijos de Dios que nada ni nadie les puede quitar.

Por eso se requiere un enfoque diferente de la pobreza. Es un reto que los gobiernos y las instituciones mundiales deben afrontar con un modelo social previsor, capaz de responder a las nuevas formas de pobreza que afectan al mundo y que marcarán las próximas décadas de forma decisiva. Si se margina a los pobres, como si fueran los culpables de su condición, entonces el concepto mismo de democracia se pone en crisis y toda política social se vuelve un fracaso. Con gran humildad deberíamos confesar que en lo referente a los pobres somos a menudo incompetentes. Se habla de ellos en abstracto, nos detenemos en las estadísticas y se piensa en provocar conmoción con algún documental.

La pobreza, por el contrario, debería suscitar una planificación creativa, que permita aumentar la libertad efectiva para poder realizar la existencia con las capacidades propias de cada persona. Pensar que la libertad se concede e incrementa por la posesión de dinero es una ilusión de la que hay que alejarse. Servir eficazmente a los pobres impulsa a la acción y permite encontrar los medios más adecuados para levantar y promover a esta parte de la humanidad, demasiadas veces anónimas y sin voz, pero que tiene impresa en sí el rostro del Salvador que pide ayuda.
COMENTARIO PASTORAL
La pobreza la crean los hombres, algunos por acaparar bienes sin medida, otros, por gobernar sin que les importen los pobres a pesar de las proclamas. La pobreza proviene de la falta de una buena educación que capacite para un oficio o una profesión; proviene de una familia desarticulada y rota, caldo de cultivo para una vida sin sentido que empuja a la delincuencia; proviene de la escasez de puestos de trabajo, debido al cierre de empresas e instituciones que se van del país; proviene de ideologías engañosas, que hablan de igualdad social y engañan a quienes las creen. Son tantos y tantos los factores que promueven las desigualdades que no hay país en el mundo en que no haya pobres. Los que más pobreza promueven son los así llamados países del tercer mundo, ahora llamados países en vías de desarrollo, un eufemismo que está muy lejos de la realidad.

En una Venezuela en la que el 80% de la población no puede cubrir la canasta básica de alimentación, transporte y compras necesarias, son los pobres los que más se ayudan entre sí. Las organizaciones no gubernamentales y la Iglesia son las que más contribuyen a que no haya hambre, sobre todo entre los menores de edad. Pero la pobreza generalizada es demasiado grande para poder ser atendida por esas organizaciones.

Estamos entrando en un mundo distinto, en el que la inteligencia artificial puede ayudar o desbaratar la convivencia humana. Muchos robots ya realizan trabajos físicos que antes realizaban los humanos. ¿Qué nos espera? ¿mayor pobreza, que afectará a los que hoy día ejercitan muchos oficios y profesiones? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que podemos presionar a los responsables de crear trabajo para que lo hagan y lo paguen bien. Las grandes fortunas de miles de millones de dólares son un insulto al hambre, a la desnutrición de millones. Tenemos que rogarle a Jesucristo que cambie los corazones, como lo hizo con Mateo y con tantos miles y miles de hombres y mujeres que han renunciado a sus bienes por seguirle, por acercarse al amor inmenso que él tuvo a todos. Se lo pedimos también a la Virgen, que el 11 de septiembre recibe el amor de sus fieles en la advocación de Coromoto, patrona de Venezuela.
P. Fco. Javier Duplá sj.

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